Las personas somos diferentes, experimentamos diferentes situaciones mostrando intensidades dispares en las emociones. Lo que tenemos en común es que nuestro sistema nervioso esta preparado para procesar las emociones, pero dependiendo de los recursos que disponemos en el momento en el que se presentan circunstancias difíciles, bloqueamos este procesamiento dejando acumuladas estas emociones en nuestro interior. Continuamos con nuestra vida pensando qu esa esta superado y en el momento menos indicado vuelven a salir ya que seguramente se hayan acumulado muchas y esto hace que explotemos, surgiendo patologías como la depresión, ansiedad…. somatizando con migrañas, dolores de espalda, problemas gastrointestinales, cardiovasculares…
Por esto es muy importante dedicar tiempo a escucharnos, a dejar fluir esas emociones.
DEDICAR UN MOMENTO A TUS EMOCIONES
¿Cuántas veces os han dicho las típicas frases “no llores que todo se arreglará”, “qué fea estas cuando lloras” o “no llores que eres un machote”…
Con estas frases la mayoría de las personas piensa que ayuda a sus hijos a ser fuertes, pero realmente están dificultando el aprendizaje de la gestión emocional.
Para aprender a gestionar las emociones es necesario dedicarlas sus momento, identificarlas, entenderlas, sentirlas y de esta manera poder gestionarlas.
Pero si nos prohibimos sentir, a mostrar nuestras emociones por el miedo a que duran, por no sentirnos juzgados, obligándonos a mostrar felicidad en las ocasiones que no nos sentimos así, estamos engañándonos a nosotros mismos y rivalizando cuerpo y mente, desconectando ambos, algo que hará que terminemos explotando, y todas esas emociones que estaban escondidas dentro de nosotros saldrán de repente y sin control, creando un caos en nuestro interior poder identificar tantas emociones acumuladas a la vez.
PRACTICAR PARA APRENDER
En mi opinión, esto esta muy relacionado con el aprendizaje en general. Las personas aprendemos practicando la relación entre estímulo, acción y consecuencia, como por ejemplo cuándo tenemos hambre y nos preparamos la comida, al comer tenemos una consecuencia positiva. O cuando aprendemos a conducir automatizando el aprendizaje en la medida que lo repetimos
¿Por qué con las emociones iba a ser distinto?
Estas surgen y realizamos un acto como llorar, reír, gritar… para después tener un sentimiento positivo, ese sentimiento de haber soltado el nudo que sentías en el pecho, ese sentimiento de liberación de tus emociones.
El acto durante el que sentimos esas emociones negativas no es muy agradable, pero después llega esa liberación que nos ayuda a relajarnos. A medidas que vamos acostumbrándonos a procesar esas emociones negativas cada vez va costando menos y nuestro sistema nervioso las procesara adecuadamente para que no queden enquistadas.
HERRAMIENTAS PERSONALES
A cada persona le educan y enseñan maneras diferentes de gestionar sus emociones y su vida, al igual que pasa por circunstancias diferentes a lo largo de su existencia. Por ello, cada uno se expresa mejor de una manera, por lo que se pueden utilizar diferentes formas para aprender a expresar estas emociones y con ello gestionarlas.
El habla es la más utilizada ya que es la que menos esfuerzo requiere para algunas personas y al tener más práctica con ella resulta más ameno.
La escritura puede ayudar en momentos en los que sentimos que no sabemos como expresarnos, al comenzar a escribir a veces las cosas fluyen y se organizan mejor, ya que escribiendo se produce un procesamiento más fuerte, por ello se recomienda escribir diarios, estos ayudan mucho al procesamiento de las emociones.
La pintura, mi preferida, ya que es la que más se aparta de la sociedad, donde no existen reglas para plasmar lo que sientes, donde te puedes relajar a la vez que sacar fuera todos tus sentimientos y después queda reflejado de manera que puedas mostrar a los demás esa experiencia mediante el arte.
Existen infinitas formas de expresión, siempre y cuando utilicemos la imaginación… por ejemplo la escultura, el baile…
Pero realmente lo importante, es que estas formas de expresión las utilicemos enfocándonosla en nosotros mismos, no intentemos copiar lo que vemos ya que queremos mostrar nuestras emociones, no las de las personas de nuestro alrededor.
DEDICATE UN MOMENTO
Por lo que me gustaría puntualizar que aunque la vida sea difícil, nos ponga obstáculos, tengamos poco tiempo… es importante para la salud mental intentar dedicarnos un momento para nosotros mismos, un momento en el que no dejemos de lado nuestras emociones y les demos su momento.
Esto ayudara a prevenir problemas mentales como depresiones, ansiedad… al igual que conflictos sociales, familiares… sin olvidarnos de los más importante, sentirnos ligeros para disfrutar del camino que nos ha tocado y decidimos vivir.
En mis terapias es lo que intento mostrar, creo que todo el mundo necesita recordar esto de vez en cuando ya que el estrés del día a día nos invade, por ello a parte de sesiones realizo los talleres, clases y cursos online para que no se nos olvide dedicarnos ese momento.
Si lleváis mucho tiempo almacenando estas emociones, quizás os revuelva más de lo esperado, en ese caso podéis pedir ayuda, el acompañamiento psicológico esta para ello y más si se utiliza en el EMDR que ha sido un gran avance para la psicología en los últimos años.
Espero que os haya gustado y os pueda ayudar esta entrada 🙂